tag:blogger.com,1999:blog-57122895686418643992024-03-13T12:18:24.555-06:00botón de pausaBlog de danny brenesdannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-41351060780987221652011-08-25T11:21:00.001-06:002011-08-25T11:22:39.145-06:00Cuento en Pórtico 21Cuento en el blog de la revista Pórtico 21, de la Editorial Costa Rica. Ni idea de si saldrá en la versión impresa. Me suena a que no. En fin.
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<br />"<a href="http://porticoecr.wordpress.com/2011/08/24/retrato-de-una-tarde-de-tormenta/">Retrato de una tarde de tormenta</a>".
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<br />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>
<br />dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-65749402229109102592011-06-09T20:59:00.002-06:002011-06-09T22:12:16.041-06:00Intercambiar libros en un barEntre botellas y alas que nadan en salsa diablo, una sobremesa necesaria y un par de curiosas/avergonzadas espectadoras me hicieron recordar a, nada más, nada menos, el <a href="http://www.edicioneslanzallamas.com/">Gran Lotón</a>.<div><br /></div><div><i><a href="http://www.89decibeles.com/articulos/catalina-murillo-marzo-todopoderoso">"...al final de cuentas, todos queremos ser Azul, pero no pasamos de ser Lota"</a></i>.</div><div><br /></div><div>Mostra.<br /><div><br /></div><div>Digo, la novela y la autora, no la reseña; esta ahí pasa no más.<br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-89669962582683153032011-04-28T22:43:00.003-06:002011-04-28T23:09:04.879-06:00La tarde en llamas<a href="http://4.bp.blogspot.com/-WctHumD44WA/TbpCckEF2wI/AAAAAAAAADA/9A3-NZi6WJY/s1600/tarde%2Ben%2Bllamas.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 239px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-WctHumD44WA/TbpCckEF2wI/AAAAAAAAADA/9A3-NZi6WJY/s320/tarde%2Ben%2Bllamas.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5600862145073240834" /></a><div><i>"Yo mientras tanto me pierdo en la tarde naranja. En la luz hay música, los cantos del adiós. Y hay una salida, o algo terriblemente similar"</i>.</div><div><br /></div><div>Soy un tipo, digamos, de novelas. Rara vez me decanto por un libro de cuentos cuando traspaso el umbral de la Universitaria o, que nadie se entere, la Internacional. Disfruto la obra larga (aunque no paquidérmica), laberíntica, plagada de matices. "En la novela ganas por puntos, en el cuento por KO". Algo así decía el che. Soy lector de puntos, pues.</div><div><div><br /></div><div>La idea de trabajar en una novela me nació con la curiosidad por escribir, es decir, en la flor de la inmadurez -que a la fecha no abandono-. Recuerdo que cuando por vez primera comencé a redactar una novela, ni siquiera tenía del todo claro la diferencia entre ella y un libro de cuentos. En mi cabeza, yo sencillamente estaba <i>escribiendo un libro</i>. Más de eso, que lo ayude dios. </div><div><br /></div><div>Luego vino, años más tarde, <i>Revólver</i>, el manuscrito más cargado de lugares comunes que se haya visto en la era del cristo redentorsh. Un libraco indescifrable, ilegible, al que, pese a todo, le guardo algo de cariño. Fue mi primera obra completa (para entonces, contaba, a lo sumo, con tres cuentos, dos de ellos inconclusos). Yace en peldaño último del mueble, cubierta por el moho y la melancolía.</div><div><br /></div><div>Hace dos años, tres tal vez, me apareció en la cabeza una idea. Se la comenté a un amigo con quien, en teoría, pretendía escribir una novela conjunta (plan real visceralista destinado al fracaso desde la primera cerveza). La peloteé, la olvidé, la abandoné y la retomé. La trabajé con esmero, la reescribí y la odié. La maduré, la vi crecer por sí sola. Y el sábado por la noche, día mundial de la cosa más trivialmente hermosa que existe en la vida, la terminé con la frase rara esa de allá arriba del post, palabras que cargaba entre ceja y ceja desde hace unas ciento cincuenta páginas. Como padre orgulloso -aunque lleno de cautela también-, decidí retomar mi blog para dedicarle una publicación que nadie va a leer.</div><div><br /></div><div>Ahora se me viene encima un cruel trabajo de revisión, lectura, reescritura, autoedición, lectura, lectura y relectura. En el proceso, me conozco bien, puede que la homenajeada resbale entre nubes de polvo y se pierda en la memoria. Puede, también, que algún día no muy lejano, mi primera novela repose en el estante abandonado de la Universitaria, codo a codo, portada a portada, con gente que de estas cosas sabe muchísimo más que yo.<br /><br /></div><div>Mientras tanto, la tarde estalla en llamas de sol.</div><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" >El martes por la madre al Madrí. Mourinho traductor.<br /></span><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-84009677460867819812011-04-23T18:03:00.000-06:002011-04-23T18:07:18.990-06:00Un puente de Bolaño...<a href="http://4.bp.blogspot.com/-ht8yaWODWg4/TbNpdlMQxMI/AAAAAAAAAC4/TO0L8rDjPQU/s1600/bola%25C3%25B1o.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 191px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-ht8yaWODWg4/TbNpdlMQxMI/AAAAAAAAAC4/TO0L8rDjPQU/s320/bola%25C3%25B1o.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5598934718672323778" /></a>...sobre los abismos del abandono.<br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-36274636001680466162010-06-21T20:44:00.005-06:002010-06-21T21:17:31.265-06:00Una charla con Alexánder Obando: la nueva literatura en Costa Rica<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/TCAoy9oOBNI/AAAAAAAAACc/9EJHyLsrD7s/s1600/alex1c.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 214px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/TCAoy9oOBNI/AAAAAAAAACc/9EJHyLsrD7s/s320/alex1c.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485429202139088082" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Entrevista al escritor </span><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Alexánder Obando</span></b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">, para </span><a href="http://www.89decibeles.com/articulos/charlando-con-alexander-obando-la-nueva-literatura-en-costa-rica"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">89decibeles</span></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">. Valga decir, allá se ve mucho más linda y ordenada que acá. Muerte a Blogger.</span><br /><br /><div style="text-align: center;">***</div><div><div style="text-align: center;"><br /></div>¿Una entrevista de literatura en <span style="font-weight:bold;">89dB</span>? Sí, es posible.<br /><br />A las 4:00 p.m. en el Restaurante Aya Sofía, habíamos acordado. Llegué a las 4:10 p.m., nervioso y acongojado por mi arribo tardío, pensando en mil excusas que condonaran mi tardanza y en la furia del <a href="http://www.89decibeles.com/diego-delfino-0">Director</a> por haber perdido mi primera entrevista tras semejante novatada. Entré al local, esquivando las primeras gotas de lluvia. Vacío. Respiré aliviado por vez primera desde que salí de mi casa.<br /><br /><span style="font-style:italic;">“Una coca, gracias”</span>.<br /><br />La joven salonera me mira, esperando que ordene un postre para acompañar mi bebida. No, trabajo <span style="font-style:italic;">ad honorem</span>, gracias. El tiempo transcurre, y el aguacero no cae. Repaso las preguntas, zapateando sobre el suelo para ahogar el ansia. Es mi primera experiencia de campo, espero ello sea excusa suficiente.<br /><br />Sumido en mi hoja de preguntas, un súbito impulso lleva mis ojos hacia la entrada. Allí está, <span style="font-style:italic;">time to man up</span>. Le sonrío, mano en alto, y él se acerca diligente. Estrechón de manos, un saludo cordial.<br /><br />Su nombre es <span style="font-weight:bold;">Alexánder Obando</span>, novelista, poeta, ensayista e incluso colaborador de nuestra <a href="http://www.revistasoho.co.cr/contenido/search?searchWhat2=searchAll&Query=alex%E1nder+obando&submit=Ir&fromSmall=true&searchField=searchContentBody&searchWhat=searchAll">segunda revista favorita</a>. Sin duda, uno de los escritores costarricenses más importantes de la actualidad.<br /><br />Quince días antes de su viaje a Estados Unidos y con motivo de la presentación de su único poemario, <span style="font-weight:bold;">Ángeles para Suicidas</span>, el apreciado narrador aceptó conversar con <span style="font-weight:bold;">89decibeles</span>.<br /><br /><div style="text-align: center;">***</div><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Tu obra es vasta y se remonta años atrás. Tus novelas, tu recién estrenado libro de poemas y una serie de antologías y demás escritos que incluso trascienden nuestras fronteras. ¿Cuál es el germen de todo, dónde nació tu interés particular por la literatura?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Me estás haciendo la pregunta que siempre trato de evadir. En realidad, no lo sé. Sí sé, sin embargo, que es consustancial. Yo me puedo concebir a mí mismo como no obeso, me puedo concebir a mí mismo como no costarricense; no me puedo concebir a mí mismo como no creador. La manía, la obsesión, el placer y el dolor de estar creando son esenciales para mí".<br /><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Esto por ambos lados de la tinta, tanto crear literatura como leerla.<br /></span><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Por supuesto. Me decía un buen amigo, Esteban Ureña, que lo que más gustaba él de Borges es que el argentino hablaba mucho de los libros que había leído por encima de los que había escrito. Es un placer incuestionable".<br /><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: A vos, junto a otros nombres cada vez más consolidados, se te ha enmarcado dentro de la llamada <span style="font-style:italic;">Nueva Generación de Narradores Costarricenses</span>. ¿Qué efecto tiene este surgimiento en la literatura criolla?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Había una gran necesidad de renovar, sin duda. Siento que <span style="font-weight:bold;">Rodolfo Arias</span> y <span style="font-weight:bold;">Tatiana Lobo</span> (te soplo quienes son mis ticos predilectos) están haciendo un maravilloso trabajo, por ejemplo. A pesar de que hay gente mucho menor que yo, una buena parte de la generación inmediatamente anterior, estaba enlodada en lo que yo considero <span style="font-style:italic;">Realismo Condescendiente</span>, y me refiero a condescendiente con el lector. Un realismo fácil, en el que existe un gran interés por lo narrado, pero no por la forma de narrar. En el arte, la forma y el contenido deben estar íntimamente ligados, de otro modo, no está bien logrado. Las valiosas aproximaciones a los problemas sociales de parte de <span style="font-weight:bold;">Ana Cristina Rossi</span> o <span style="font-weight:bold;">Fernando Contreras</span>, por ejemplo, estaban descuidando un poco el oficio <span style="font-style:italic;">per se</span>. Escritores más actuales como <span style="font-weight:bold;">Guillermo Barquero</span>, <span style="font-weight:bold;">Juan Murillo</span>, <span style="font-weight:bold;">Uriel Quesada</span>, presentan un gran interés no solo por lo que cuentan sino por la forma en que lo cuentan y, además, se atreven a practicar la palabra sucia de la literatura tica: experimentar. Si vamos a crear algo, que sea de cero; hay que atreverse a innovar."<br /><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Tocando el tema de nuevos autores en el panorama literario del país, debemos hacer una parada obligatoria en la Internet. ¿Cuánto considerás vos que ha ayudado la red al descubrimiento de nuevos talentos tanto en prosa como en poesía?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "El escritor que no evoluciona con el Internet, no tiene futuro. Gutenberg desencadenó con la imprenta la primera revolución literaria, Internet es la segunda. Esta es la verdadera <span style="font-weight:bold;">Biblioteca de Babel</span> que <span style="font-weight:bold;">Borges</span> describía. La red nos ha sacado de un provincialismo en lo concerniente al tráfico de información, y esto sin duda ha decantado en el surgimiento de nuevos escritores, sin necesidad de intermediarios. El lector, sin importar dónde esté, tiene a un par de clics de distancia el trabajo de grandes talentos que de otro modo se habrían hundido en el anonimato."<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color:#3366FF;">Afuera, finalmente ha comenzado a llover. La temperatura baja lentamente a medida que la tarde se erosiona. Aquí dentro, no obstante, la animada conversación se calienta y ambos, tanto entrevistado como el nervioso entrevistador, se relajan cada vez más. El voseo, imperante desde el comienzo, está ahora más justificado que nunca. La entrevista toca ahora concretamente el tema de la obra del autor, tan celebrada dentro de los círculos literarios criollos.</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_HSUcZysm5Gw/S4QPUZ3XH0I/AAAAAAAABNc/H71KJuP60CA/s400/portadaEMVP.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 265px; height: 400px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_HSUcZysm5Gw/S4QPUZ3XH0I/AAAAAAAABNc/H71KJuP60CA/s400/portadaEMVP.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><span style="font-weight:bold;"><br /></span><div><span style="font-weight:bold;">89dB: La obra que sin lugar a dudas te puso a la cabeza de esta oleada de nuevos escritores es <span style="font-style:italic;">El Más Violento Paraíso</span>. ¿Cuál considerás que es la gran virtud de esta obra, y por qué la excelente recepción de parte de un gran porcentaje del público?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Mirá, yo creo que es la capacidad que ha tenido la obra para romper los muchos tabúes existentes dentro de la literatura tica; de atacar lo que la academia llama <span style="font-style:italic;">Subliteratura</span>, de dar un lugar a todo aquello que “no se estila” dentro de la narrativa costarricense. ¿Que en la literatura tica no se escribe de Ciencia Ficción? Metemos ciencia ficción. ¿Que no se escribe de relaciones unisexuales? Metemos relaciones unisexuales. ¿Porno, drogas, mitología, vampirismo? Todo lo metemos. Esto aunado al deseo de despojarme de una serie de emociones y frustraciones; un verdadero desahogo. Eso es <span style="font-weight:bold;">EMVP</span>. Y para serte franco, no me esperaba tan buen recibimiento de parte del gran público".<br /><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Hablemos de la obra homenajeada del día, Ángeles para Suicidas. De entrada, el título es tremendamente sugestivo. ¿Qué podemos esperar del contenido?</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://img215.imageshack.us/img215/7615/angelesparasuicidaspequ.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 194px; height: 320px;" src="http://img215.imageshack.us/img215/7615/angelesparasuicidaspequ.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">Álex: </span>"El título en sí se me ocurrió recordando el film "<a href="http://www.imdb.com/title/tt0107209/">Tan lejos, tan cerca</a>", de <span style="font-weight:bold;">Wim Wenders</span>; en ella, los ángeles (en formas tanto femeninas como masculinas) bajan a la Tierra a consolar entre sus brazos a los moribundos. Los acunan, les hablan al oído y los consuelan... y así me puse a pensar: ¿quién consuela a los suicidas? ¿Dónde estan los ángeles para los suicidas? Desde niño siempre sentí una particular fascinación con los ángeles, lo cual responde al hecho de que provengo de una familia fervientemente católica. Esto además me llevó a sentir un particular interés con las tensiones que se dan entre lo religioso y lo sexual. Entonces, no es casualidad el título, en tanto la obra es una recopilación de mi juventud, de mis experiencias y de mi erotismo, compiladas durante más de 20 años, desde 1987. El libro documenta mi juventud y mis inquietudes durante todos estos años".<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_HSUcZysm5Gw/SZej2DKXG5I/AAAAAAAAARs/wzs26-nigRg/s400/portada-la-gruta.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 256px; height: 400px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_HSUcZysm5Gw/SZej2DKXG5I/AAAAAAAAARs/wzs26-nigRg/s400/portada-la-gruta.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Además de tus novelas y el poemario, en 2008 ve la luz otro libro a tu nombre, <span style="font-style:italic;">La gruta y el arcoiris. Antología de narrativa gay/lésbica costarricense</span> con sello ECR. Contanos sobre el trabajo, y, sobre todo, de la recepción de parte de la población homosexual.</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Todo fue iniciativa de la propia <span style="font-weight:bold;">Editorial Costa Rica</span>, realmente. <span style="font-weight:bold;">Guillermo Fernández</span> y <span style="font-weight:bold;">Alfonso Chase</span> sintieron un interés especial por llevar a cabo la recopilación y me pidieron a mí encargarme de ello. Fue un trabajo muy, muy arduo; antalogar requiere leer muchísimo y de muchas épocas distintas, lo cual fue bastante desgastante. Por suerte, recibí el apoyo de muchas buenas personas, y entre ellas no puedo dejar de mencionar públicamente una vez más a <span style="font-weight:bold;">Esteban Ureña</span>. Ahora, la recepción fue sin duda satisfactoria, tanto a nivel nacional como internacional, particularmente en redes gay. Esto incluso conllevó a que se me invitara al <span style="font-weight:bold;">Congreso de Estudios Literarios y Activismo LGBT</span>, auspiciado por la <span style="font-weight:bold;">Universidad de Pittsburgh</span>, y en el que fui el único representante centroamericano".<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color:#3366FF;">La entrevista se acerca al final, y el nervio ha quedado por completo en el olvido. A pesar de mi satisfacción por haber llevado la faena a puerto seguro, una apenas perceptible nostalgia se impregna en el aire. Dos preguntas, y la despedida formal: el futuro inmediato de Alexánder le espera en el norte del continente.</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: En pocos días te vas del país, por razones personales. ¿Es esto un adiós a la producción literaria también? En tu blog mencionás un próximo libro de cuentos, ¿nos podés adelantar algo sobre él?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "El libro de cuentos está prácticamente listo, ordenado incluso; solo requiere un poco de trabajo en detalles. Más adelante, quiero escribir una tercera novela que complete la trilogía de <span style="font-weight:bold;">EMVP</span> y <span style="font-weight:bold;">Canciones a la Muerte de los Niños</span>. Me gustaría escribir en ella sobre lo femenino. Tengo una particular obsesión con lo femenino: vírgenes, Lilith, las prostitutas de Babilonia, Hillary Clinton, Walter Mercado".<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="color:#3366FF;">El entrevistador estalla en una aguda y sonora carcajada que pone a prueba el micrófono de su grabadora, dejando de lado todo asomo de profesionalismo. No hay problema; Álex es un tipo jovial y se ríe también. Tras un par de minutos, retomamos el punto.</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Te decía que esta obsesión es causada por mi homosexualidad; el homosexual encuentra su parte femenina en sí mismo. Creo yo además que lo masculino ha sido ya muy trabajado, lo femenino, en cambio, está en construcción. Esos son mis trabajos a futuro, pero sí tengo muy claro que lo principal es evitar el error de producir una vez acabado mi periodo de fertilidad literaria. El artista no es para siempre".<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://img816.imageshack.us/img816/7950/53857689.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 315px;" src="http://img816.imageshack.us/img816/7950/53857689.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">89dB: Cerramos con la pregunta reflexiva del día. Si tengo tele, tengo información a un par de clics de distancia, tengo una infinidad de posibles entretenimientos... ¿Por qué leer?</span><br /><br /><span style="font-weight:bold;">Álex:</span> "Leer es un ejercicio imaginativo. Cuando ves la televisión, vos ponés el análisis y la deducción de los hechos, el resto te lo regalan. Cuando leés, en cambio, vos ponés todo: desde la cámara que enfoca, hasta los personajes, los efectos de sonido, los paisajes. Es un hecho puro de creación. Leer es un acto mágico".<br /><br /><div style="text-align: center;">***</div><div><br />Un par de horas más tarde, durante el acto de presentación del libro de poemas, mientras Alexánder recitaba sus propios versos, no pude evitar sentir que indudablemente le iba a extrañar. El hecho de ser mi primera entrevista pasó a un segundo plano. Nuestra conversación, documentada y publicada, fue realmente la despedida de dos amigos que se conocieron muy tarde.<br /><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div></div></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-86457158322523945962010-06-11T15:45:00.003-06:002010-06-11T16:01:16.807-06:00José León Sánchez, La Isla de los Hombres Solos<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.89decibeles.com/files/imagecache/adentro/files/1_2.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 500px; height: 375px;" src="http://www.89decibeles.com/files/imagecache/adentro/files/1_2.jpg" border="0" alt="" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Reseña publicada en </span><a href="http://www.89decibeles.com/articulos/la-isla-de-los-hombres-solos"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">89decibeles</span></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">.</span><br /><div><br /><br /><span style="font-style:italic;">“Por eso dedico este libro a los hermanos que se pudren en las cárceles del mundo donde no existe la esperanza.”</span><br /><br />Se sabe que un libro es cosa seria, cuando tiene un <a href="http://www.facebook.com/pages/La-Isla-De-Los-Hombres-Solos/107334929284781">grupo de Facebook</a>. En la era del <i>Me gusta</i>, las cosas son así de sencillas e inmediatas. Mas lo cierto es que la ópera prima de <b>José León Sánchez</b> es mucho más que eso. Es un testimonio; es un pedazo del más puro dolor concebible; es una de las novelas costarricenses más vendidas de todos los tiempos.<br /><br />Su leyenda es de común conocimiento a lo largo del Istmo y mucho, mucho más allá. No menos que justificable. Digo, no todos los días topás con un texto salido del mismísimo <a href="http://www.89decibeles.com/columnas/moralejas/que-miseria-se-ve-en-prision">Hades tico</a>. Adobemos aún más, si es posible: redactado por puño y letra del <a href="http://www.diariovasco.com/20080817/gente/isla-hombre-solos-20080817.html">Monstruo de la Basílica</a>.<br /><br />Sí, es la receta perfecta para la inmortalidad, por encima del éxito.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a target="_blank" title="ImageShack - Image And Video Hosting" href="http://img121.imageshack.us/i/dsc09690n.jpg/"><img src="http://img121.imageshack.us/img121/8785/dsc09690n.jpg" border="0" /></a></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Literalmente, la Puerta al Infierno.</span></div><br />A sabiendas de todo lo anterior, llegó a mis manos hace un par de años un ejemplar (uno de tantos millones vendidos, cuenta el chisme) de la tan aclamada obra. Sobra exponer la clara predisposición de la que fui preso (no pun intended). Abrí el plástico con los dientes, en el bus camino a casa, rompiendo con ello mi regla gástrica de no leer en vehículos en movimiento. Al carajo, si es realmente la mejor novela tica de todos los tiempos, claro que vale uno que otro amago de nausea.<br /><br />Durante las primeras páginas, en las que todavía no ve la luz el texto mismo, los prólogos aplastan todo intento de objetividad; léase, más flores al genio. Cada vocablo allí expuesto acrecienta el mito. Uno, un mero lector, se siente pequeñito; la puerta se ve demasiado grande, se nos viene una avalancha encima.<br /><br />Digerido el entremés, se pasa a lo bueno (apenas 15 páginas de prólogo después). Entramos entonces en la penosa historia de <b>Jacinto</b>, un hombre de humildes orígenes y humildes ambiciones, enamorado de <b>María Reina</b>. Su universo, su vida misma, gira alrededor de ella, figura blanca y ojos tan azules como azulenco. Entre ambos se teje la cadena de desgracias que decantaría en el encarcelamiento del muchacho en <b>San Lucas</b>. El resto, casi es historia de saber colectivo.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a target="_blank" title="ImageShack - Image And Video Hosting" href="http://img685.imageshack.us/i/18727360.jpg/"><img src="http://img685.imageshack.us/img685/3679/18727360.jpg" border="0" /></a></div><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><div style="text-align: center;">El escritor costarricense más exitoso en la actualidad. Duela a quien duela</div></span><div style="text-align: center;"><br /></div>Don José León Sánchez es, sin duda, el mayor promotor de José León Sánchez. Y es él mismo quien califica a <b>La Isla</b>, más que una novela, como un documento; una prueba fehaciente de los extremos de crueldad que el sistema penitenciario fue —¿es?— capaz de alcanzar. Las páginas derrochan un sincero lamento y un genuino instinto de supervivencia ante la más abominable, la mas asfixiante garra opresora.<br /><br />El viaje continúa, y la vida en el precinto es cada vez más dantesca; hay cada vez menos luz al final del túnel, que a cada paso se parece más a la Casa de Asterión. De pronto, se cae en el agobiante apuro de encontrar un <b>Teseo</b>, que libere al pobre, pobre Jacinto, de su dolor. Alguien que rescate del abandono y de la muerte a <b>Cristino</b> y al <b>Negro Carey</b>. ¿Es acaso posible no sentir un ápice de sentido bolivariano en pro de la República de San Lucas, libre, independiente y soberana? De pronto, San Carlos se convierte en sinónimo de libertad.<br /><br />Sí, tratamos aquí una aserción soberbia de humanidad, en todos sus extremos. Sin embargo, ello no es escudo para el exceso loable. Las deficiencias narrativas son claras, no nos engañemos. Acaso son justificables contextualmente (<i>“Me dice usted que ya se lo habían contado. Bueno, es cierto que no sé leer ni escribir”</i>), mas no por ello deberá pasárseles por alto. El hilo narrativo es difuso, aderezado por la cuasiexcesiva cantidad de sucesos relatados.<br /><br />Sin embargo, algo en esta historia hace que olvidemos todo eso. El hálito de excelencia que le rodea talvez sea engañoso, mas la sinceridad impresa a fuego en esta narración borra de un soplo casi cualquier reclamo posible. Y es que, como dijo <b>Fabián Dobles</b>, <i>“...un hombre atormentado y empeñoso, purgado de la sociedad a causa de un delito, da, sin proponérselo, una lección de realidad”</i>.<br /><br />A pesar de las perceptibles deficiencias en aspectos formales, este texto (novela, documento, reclamo) impone sobre el lector un puñado de emociones, destinadas a sensibilizar y exponer, sin pudor alguno, el infierno que muchos viven, aún hoy día. Un llamado perenne a no dejar en el olvido a los más olvidados. San Lucas no cerró hace dos siglos. San Lucas ni siquiera cerró realmente hace 20 años. El penal solo mutó de forma y espacio, mas sigue vivo en las penurias diarias de cientos de reos que se pudren en la amnesia de un sistema que se olvida de ellos post sentencia definitiva.<br /><br />Guste o no, <b>La Isla de los Hombres Solos</b> ha sabido congraciarse como uno de los mayores clásicos atemporales de la literatura costarricense. ¿Por qué, exactamente? No sabría decirlo; talvez solo sea “...el viento que va por entre la enramada de los árboles”.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a target="_blank" title="ImageShack - Image And Video Hosting" href="http://img18.imageshack.us/i/10193v.jpg/"><img src="http://img18.imageshack.us/img18/7670/10193v.jpg" border="0" /></a></div><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-37533504699149065492010-06-08T10:34:00.004-06:002010-06-08T12:16:09.743-06:00El matadero sagrado<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.89decibeles.com/files/imagecache/adentro/files/el%20matadero%20sagrado1.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 500px; height: 500px;" src="http://www.89decibeles.com/files/imagecache/adentro/files/el%20matadero%20sagrado1.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br />Segunda entrega de <span style="font-weight:bold;">Senderos Bifurcados</span>, mi <a href="http://www.89decibeles.com/columnas/senderos-bifurcados/el-matadero-sagrado-work-in-progress">columna</a> mensual en <span style="font-weight:bold;">89decibeles</span>.<br /><br /><div style="text-align: center;">***</div><br />Con gran tino, <span style="font-weight:bold;">Alexánder Obando</span> les llama los <span style="font-weight:bold;">Intocables</span> en su <span style="font-style:italic;">opus</span>, <span style="font-weight:bold;">El Más Violento Paraíso</span>. Usted sabe bien de quiénes hablo. Proliferan en todos los medios artísticos, sociales, culturales, políticos, deportivos. Responden a infinita cantidad de nombres y formas, entre ellas, una cuyo velo de misterio la imagen de cabecera ya estropeó: <span style="font-weight:bold;">las vacas sagradas</span>.<br /><br />Se trata aquí de un grupo privilegiado de sujetos, ataviados con propiedades divinas; bendecidos con el favor de los dioses -cuyo estatus llegan a alcanzar, inclusive-, mismo que les ha permitido alzarse por encima de la masa complaciente que se arrodilla a sus pies, en pleitesía. Sus poderes les permiten llevar su mensaje doquiera se lo propongan; descansa en la fidelidad de sus discípulos la salvaguardia de su leyenda y su culto, así como la propagación de la buena nueva.<br /><br />Su magnanimidad supera con creces el ancla de las Tres Personas; la esplendidez de los Intocables no sabe de lindes, y muta en vastedad de formas. Sea música, sea literatura, sea lo que se venga al imaginario del lector. Pongo en juego mi <a href="http://www.sadtrombone.com/">estratosférico salario</a> de columnista en 89decibeles, apostando a la imposibilidad de encontrar un campo libre del paso de las vacas sagradas.<br /><br />Es así como, piedra sobre piedra, han construido un imperio, una fortaleza barnizada con el dulce gozo de la divinidad.<br /><br />Juguemos a la herejía un rato, ¿sí?<br /><br />No vengo a presentar mi perfil escéptico de vanguardia. Lo cierto es que en muchísimas ocasiones puse el pellejo como escudo en favor de proteger a quienes yo consideraba verdaderos <a href="http://3.bp.blogspot.com/_9uSQWRrJCwA/SdxWwO2U8NI/AAAAAAAAAJg/5_f2kRcrNy0/s320/Nirvana+Drag.jpg">dioses</a>. Daba por sentado su estatus de deidad, y consideraba una verdadera ofensa personal cualquier palabra que contra ellos se escupiera. Lo reputaba, además de una bofetada a mi ego, una falta de respeto.<br /><br />¡Palabra clave, carajo!<br /><br />Ese es el verdadero escudo protector que rodea el hálito de los Intocables. Resguardados tras el muro del respeto, ellos son los buenos, y los demás son los malos. Quienes atenten contra lo divino, merecen el Infierno. Llegamos al punto que antes de siquiera mencionar el nombre de los divinos, habrá de hacerse un sacrificio inicial. Es una cuestión de <span style="font-weight:bold;">respeto</span>.<br /><br />Lo vacilón es que este asunto del respeto no es de doble vía. ¡No hombre, qué va! Lo que es más, tras su muralla sagrada, tanto Intocables como sus seguidores gozan de una plataforma excepcional para masacrar a quienes consideran inferiores. Para emitir juicios apresurados, sin preocuparse ellos de la palabrita mágica.<br /><br />La guerra santa es capaz de alcanzar niveles ridículos. No es raro -deprímase, a veces es de <a href="http://www.youtube.com/watch?v=xwbeddZ9aKI">oficio</a>- encontrar discusiones acaloradas en donde sus partícipes defienden con sangre la sacra imagen de sus providencias. Hasta nuestra <a href="http://www.89decibeles.com/comunidad/foro">vecindad del Chavo</a>, tan elocuente, tan audaz, cede terreno y no está exenta a convertirse en patio de juego de los dioses y sus Cruzadas. A Pink Floyd me lo respeta, carepipí.<br /><br />Dilatando la metáfora religiosa a extremos que atentan contra la calidad de este texto, la historia sugiere que quien ostenta la posición divina se expone a las críticas y al mal de ojo de muchos. ¿Y no es eso lo más lógico? ¿Por qué entonces se dan las reacciones presentadas en el párrafo supra? La riposta a cualquier crítica suele ser un vendaval de injurias en detrimento de quien ha osado dañar la lesa divinidad de los Intocables.<br /><br />A mí no me calza. Cierto es que el reproche joroba. Pero también depura: cuanto más rígido sea el proceso de selección, más pulcro será el vino al final de la cosecha. Ese es el punto de inflexión de esta tragedia griega. El respeto, amigos, se gana y se mantiene gracias a la crítica. Es el cómo se enfrenta, y no huyendo de ella, lo que cultiva y eventualmente concede ese añorado elixir <span style="font-style:italic;">Cum Laude</span>.<br /><br />Yo le propongo algo: tire a matar. Después de todo, si realmente son Dioses, sobrevivirán.<br /><br /><div style="text-align: center;"><a target="_blank" title="ImageShack - Image And Video Hosting" href="http://img707.imageshack.us/i/holycowbyfaerywitch.jpg/"><img src="http://img707.imageshack.us/img707/5614/holycowbyfaerywitch.jpg" border="0" /></a></div><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-27821875058962652672010-06-02T18:54:00.003-06:002010-06-02T19:20:44.248-06:00Anemia del léxico<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.favoritejokeoftheday.com/images-blog/tastes-funny.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 360px; height: 455px;" src="http://www.favoritejokeoftheday.com/images-blog/tastes-funny.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#551A8B;"><u><br /></u></span></div><div><br /></div><div><br /></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Artículo publicado por el <a href="http://163.178.170.36/index.php/mainmenu-opinion/2389-anemia-del-lexico.html">Semanario Universidad</a> (Mi primera publicación en medios escritos ^.^)</span><br /><br />Usted cierra la sombrilla, paga el pasaje y se acomoda en el engorroso asiento del autobús. Abre la mochila, y, con el corazón en el estómago, se percata de que no carga consigo el iPod, el Walkman, o cualquier otro aparato sonoro que lo distraiga durante el largo confinamiento en el transporte público. Consternado, no le queda otra opción viable más que hacerse uno con el bullicio imperante dentro del vehículo. Allí es donde todo comienza.<br /><br />No es su culpa. Sin quererlo, sus oídos se llenan de las conversaciones que le rodean, pululando por todo el bus. Sin mediar interés alguno, su mente se inmiscuye como actor pasivo del ejercicio vocal que llevan a cabo sus copasajeros. Pasados unos minutos, ya ha sido capaz de escanear al menos un manojo de charlas. Es entonces cuando se percata del gran hilo conductor.<br /><br />¡El horror! Atónito, se da cuenta de cuán pocas palabras han utilizado los emisores que le rodean para comunicarse; no solo eso, los ínfimos vocablos han sido repetidos hasta la saciedad, hasta el empacho, hasta la náusea. Mi estimado lector, ello no es sino una pequeña muestra de la crisis cancerígena que agobia el intelecto colectivo de nuestro país.<br /><br />Creerá usted, entonces, que se describen aquí casos aislados, delimitados por el contexto sociocultural y el nivel educativo; hasta cierto punto, tiene razón, mas no es una verdad absoluta. Lo cierto del caso es que semejantes ametrallamientos en detrimento del castellano son pan de todos los días en estudiantes, chanceros, profesores universitarios, juristas, políticos y periodistas.<br /><br />La estadística determina que el analfabetismo en Costa Rica es mínimo; empero, el dato no especìfica la calidad de la educación que el tico promedio recibe -entiéndase esto como el costarricense que no tiene acceso a educación privada, entre otros caros beneficios-. La rica lengua de Cervantes está siendo masacrada por la ineficiencia gubernamental de educar como se debe: con ganas, y no por salir del paso con un cálculo favorable únicamente en el papel.<br /><br />En virtud de este panorama, quien defiende la integridad del idioma no podrá evitar preguntarse cómo detener esta caída en picada. Se le ocurre a este servidor -muy en función de sus propios gustos, he de admitir- que el paso primero es rescatar del empolvado baúl la vieja y buena literatura. Esa que tan trágicas consecuencias sufre por culpa de un sistema educativo que solo enseña a odiarla.<br /><br />La paupérrima calidad didáctica en los aspectos concernientes a la lectura, el idioma, la gramática y demás facetas de la redacción -y, consecuentemente, de la comunicación tanto oral como escrita- están indudablemente ligadas al desastroso manejo que el Ministerio de Educación realiza en torno a las letras. El tico promedio mencionado anteriormente, crece en un contexto que le enseña a pensar en la literatura como una imposición pedagógica, presta a desecharse en cuanto se tenga el bachillerato bajo el brazo. Más allá de eso, el ejercicio literario está casi extinto en nuestro país.<br /><br />Empero, la verdad de los hechos determina que la literatura es el plano culminante del lenguaje. La máxima plataforma de la palabra escrita es, justamente, el arte que se nutre de ella. En tanto no exista una cultura que aliente y promueva la lectura, el desarrollo léxico del costarricense estará estancado de manera indefinida. Todo está encadenado a la educación criolla; si un eslabón merma su resistencia, todo el proceso está condenado al yerro. Y con ella, nosotros mismos.<br /><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-40207211091565324762010-05-31T22:03:00.003-06:002010-05-31T22:26:06.625-06:00Pequeños pasos hasta convertirse en hombre<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/TASLEott9II/AAAAAAAAACU/Lz4yaG1maME/s1600/3pigs.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/TASLEott9II/AAAAAAAAACU/Lz4yaG1maME/s320/3pigs.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477655958554276994" /></a><br /><div><br /></div>Hola, fanaticada (¿?).<br />La entrada de hoy no es un artículo, para variar, publicado en <b>89dB</b>. No no, la trama se complica. A modo de confesión (que cuatro de las cinco personas que leen este blog ya saben, de todos modos), admito que no me interesa en lo mínimo mi carrera universitaria. Mis aspiraciones laborales obedecen al periodismo, ámbito intelectual que, por meros diez puntos, la Universidad de Costa Rica me negó en tres (sí, tres) oportunidades consecutivas. Es por ello que, ya que no me dan el título, he intentado buscarme el <b>CV</b> por mi parte.<br />Todo lo anterior para expresar que, desde hace un mes, escribo para una revista (bueh, una <b>plataforma periodística digital</b>, pero <span style="font-style:italic;">revista</span> suena más caché) española llamada <b>Suite101</b>, que se suma a mis millonarios ingresos como colaborador y columnista de <b>89decibeles</b>. Ahora, ¿por qué, siguiendo la buena costumbre, no he publicado esos artículos aquí en el blog, para deleite de ustedes? Ataduras contractuales: durante un año, la revista (plataforma, cosa, etc) tiene derechos absolutos sobre la publicación.<br /><b>¡Revolución!</b><br />No.<br />He resuelto, entonces, cada mes, publicar aquí un enlace a mi perfil y a cada artículo que haya publicado durante esas cuatro semanas. Así, una pequeña ventana para que ustedes puedan acceder a tales escritos.<br />Sería todo. Salud.<br />PD: Como podrán notar a continuación, no todos los artículos versan sobre literatura. A decir verdad, ni siquiera podría pasar todos por <span style="font-style:italic;">artículos</span>; lo cierto es que buena parte son meramente noticias. Esto porque, como parte de mis obligaciones, debo publicar 10 artículos cada tres meses. Comprenderán ustedes que no es fácil escribir una reseña literaria cada semana, y en ocasiones no queda otra que aprovechar el momento. Las disculpas del caso para ustedes. Joputa postdata más larga. Chau.<br /><br /><a href="http://www.suite101.net/profile.cfm/dannybrenes">Mi perfil en Suite101</a><br /><br />Las barrabasadas:<br /><a href="http://literatura.suite101.net/article.cfm/la-voluntad-y-la-fortuna-de-carlos-fuentes">"La Voluntad y la Fortuna", de Carlos Fuentes</a><br /><a href="http://escultura.suite101.net/article.cfm/richard-serra-ganador-del-principe-de-asturias-2010">Richard Serra, ganador del Príncipe de Asturias 2010</a><br /><a href="http://heavymetal.suite101.net/article.cfm/dio-el-adios-de-un-grande">Dio, el adiós de un grande</a><br /><a href="http://historialiteratura.suite101.net/article.cfm/el-boom-latinoamericano-intentando-sobrevivir">El Boom Latinoamericano: intentando sobrevivir</a> (este es una primera parte, la segunda está en camino; pasa que la Dirección no me deja titularlo como "primera parte". Ugh, burócratas)<br /><a href="http://musicalatinoamerica.suite101.net/article.cfm/cerati-11-episodios-sinfonicos">Cerati: 11 Episodios Sinfónicos</a><br /><a href="http://desastresnaturales.suite101.net/article.cfm/tormenta-tropical-deja-hundimiento-en-guatemala">Tormenta tropical deja hundimiento en Guatemala</a><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-23641977347094367942010-05-11T16:54:00.005-06:002010-05-11T18:34:24.139-06:00La importancia de llamarse Danny<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://4.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S-nrGpGO6PI/AAAAAAAAACM/yagtJiAxglw/s1600/la+importancia+de+llamarse+danny.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 231px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S-nrGpGO6PI/AAAAAAAAACM/yagtJiAxglw/s320/la+importancia+de+llamarse+danny.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5470161721761917170" /></a><br /><br />Primera entrega de mi <a href="http://www.89decibeles.com/columnas/senderos-bifurcados/la-importancia-de-llamarse-danny">columna</a> <span style="font-weight:bold;">Senderos Bifurcados</span>, en 89decibeles.<br /><br /><div><div style="text-align: center;">****</div><br /><span style="font-style:italic;">—¿Daniel?<br /><br />—No.</span><br /><br />Siendo esta mi primera columna —y siendo yo, a todas luces y por definición, un verdadero <span style="font-style:italic;">noob</span> por estos lares azulosos—, el respetable merece, cuando menos, una presentación apropiada.<br /><br />Alto y cabezón desde niño; mi panza, excepción a la regla, responde a la coca cola y la chatarra, y no a <a href="http://i184.photobucket.com/albums/x79/pixvirtual/us024/CXMKuBkO1gO0.jpg">águila</a> alguna. Me aclaro la garganta tres veces antes de hablar, y no hay día en que no ataque ferozmente mis uñeros. Todos ellos, sin embargo, detalles insignificantes que poco importan al recién conocido, cuando se tiene un nombre raro.<br /><br /><span style="font-style:italic;">—¿Daniel, o Dani?<br /><br />—Danny.</span><br /><br />El guión de mi primera cháchara con cualquier nuevo personaje comienza de la manera anterior, en la aplastante mayoría de los casos. Mi respuesta malhumorada es usualmente seguida por una triada de reacciones posibles: la muchacha menos amable arruga la cara, consternada ante un nombre más femenino que el suyo; el primo lejano, intentando ser cordialmente distante y parcial, alza las cejas sin pronunciarse; y finalmente, el <span style="font-style:italic;">redneck</span> local que no esconde su rostro burlón ante tan delicado apelativo que mis padres me otorgaron.<br /><br />En tiempos de pantaloneta, la pregunta —que me ha perseguido durante toda mi existencia— me mortificaba, y germinaba el más aciago odio en mi interior. El instinto homicida que se esconde en todo niño, me asaltaba y hacía todo lo posible por materializarse; nunca lo logró.<br /><br />Sin embargo, a medida que los calendarios se apelotaban en el bote de basura, aprendí a vivir con ello. Aprendí a aceptar el incómodo momento de repetirle hasta el cansancio nombre y apellido al profesor; a tomar con buen humor las repetidas burlas contra el tono chineado implícito en mi epíteto que más parece mote; a verme mal deletreado incluso en el plástico ese que me acredita como mayor de edad.<br /><br />Después de todo, es curioso cuán difícil se le hace al tico promedio aceptar lo diferente. Desde arrugar la cara hasta resoplar con sorna, todo vale como escudo ante lo que incomoda, lo que tergiversa el esquema establecido <span style="font-style:italic;">a priori</span>. La menor alteración al orden monótono se observa del hombro para abajo, con recelo. Porque cae mal, porque molesta. <span style="font-weight:bold;">Viejo por conocido</span>, que llaman.<br /><br />Sentimos una aversión natural hacia los cambios. Incomodan, chiman, etecé. <a href="http://www.youtube.com/watch?v=gHWCmmdmvmY&feature=related">Ross</a> (4:25) lo dijo en su momento de mayor congoja: a nadie le gustan. Son extraños, lo tuercen todo.<br /><br />Pero, sobre todo, dan pereza. <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/The_Importance_of_Being_Earnest">Wilde</a> tenía su aristocracia victoriana; nosotros tenemos —<span style="font-weight:bold;">nosotros somos</span>— una Costa Rica indolente, que hace pucheros con desgano cuando se le implora abrirse, siquiera un poco, a lo distinto. Y cuando se es el raro, el diferente, no queda otra, a la postre, que bajar los brazos y adaptarse al molde. <span style="font-weight:bold;">Jack y Algernon</span>.<br /><br /><span style="font-style:italic;">—¿Daniel?<br /><br />—Ehh... Sí, sí. Daniel.</span><br /><br />Mejor dejamos todo queditito.<br /><br />Felices cuatro años más, Liberación.<br /><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-56660419577767732102010-04-19T14:48:00.011-06:002010-04-19T16:12:03.461-06:00Banda sonora de un día cualquiera: Hey Jude!<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S8zDn5GFe_I/AAAAAAAAACE/qiDEeoKzoWg/s1600/piano.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S8zDn5GFe_I/AAAAAAAAACE/qiDEeoKzoWg/s320/piano.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5461955538202229746" /></a><br /><p>Artículo publicado en <a href="http://www.89decibeles.com/articulos/banda-sonora-de-un-dia-cualquiera-hey-jude">89decibeles</a>, con motivo* de los 40 años del lanzamiento de <em><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/McCartney_(album)">McCartney</a></em>, album solista que separaría para siempre a los cuatro grandes.<br /></p><p align="center">***</p><p><br /></p><p>En 1968, <b>Julian Lennon</b> se convirtió en el objeto de inspiración para una de las melodías más célebres en la historia de la música moderna. Su padre, John, acababa de divorciarse de su progenitora Cynthia, a causa de una <a href="http://ginavivinetto.files.wordpress.com/2008/11/yoko-ono-pr-1.jpg">asiática aventura</a>. En un esfuerzo por mantener al pequeño de apenas 5 años a flote, un amigo personal suyo y de su familia, <b>Sir Paul McCartney</b>, escribiría una canción en su honor.<br /></p><br />Los versos, dibujados con suprema maestría sobre las notas del piano -y, eventualmente, sobre el resto de la banda y sus acompañamientos orquestales-, imploran al pequeño, disfrazado con el mote de Jules (y que más tarde mutaría en <b>Jude</b>), dejar atrás los problemas que su vida, recién iniciada, le impondrá. El divorcio de sus padres, le cuenta McCartney, es sólo una primera piedra en un largo camino que le espera, lleno de obstáculos. Reza la balada que es cuestión de seguir adelante, de no dejarse vencer por las imposiciones del destino. Porque al final, lo importante reside, justamente, en sí mismo, y en tomar lo mejor de los malos momentos, para crecer por fuera y por dentro.<br /><br />La pieza, grabada en los míticos estudios <b>Abbey Road</b>, estaba destinada a la grandeza. Su suave armonía, y ese par de míticas estrofas que desembocan en una obra hermosa, están talladas en la memoria colectiva de millones de personas alrededor del mundo. Su leyenda creció al mismo ritmo que la de sus creadores, nombres esculpidos para siempre en lo más alto de la historia musical. Décadas después de su lanzamiento, probaría por méritos propios, que ni el tiempo ni el espacio serían capaces de borrar su <a href="http://www.youtube.com/watch?v=nZhtFv43Dm8&feature=related">magnanimidad</a>.<br /><br /><i>Fast forward</i> al 2010. Mi iPod, con vida propia gracias al milagro tecnológico del <i>Shuffle</i>, lanza los dados por sí solo. Una voz cálida, casi familiar, irrumpe con fuerza en mis cavidades auditivas y me dice que no me sienta triste, que todo puede estar mejor. De pronto, sir Paul me habla a mí y no a Julian Lennon. Una sensación de bienestar embriagante, empalagosa, se adueña de mí.<br /><br />Empero, sin aviso previo, el <i>status quo</i> se corrompe: mis audífonos, en un acto de total rebeldía y falta de calidez humana, deciden flaquear a la hora buena. Primero falla el izquierdo; alarmado, muevo el cable un tanto. Tragedia de proporciones apocalípticas: el aparato ha caído ahora en un mutismo absoluto, gracias a la pobre -pobrísima- calidad de mis auriculares <i>Maxell</i>.<br /><br />Respiro profundo para no perder la calma. Autómata, mi mente repite la última estrofa que logró captar de los moribundos audífonos: “<i>And don't you know that it's just you, hey Jude, you'll do. <b>The movement you need is on your shoulder</b></i><b>”</b>.<br /><br />Recostado en un hombro oxidado, balanceo el cable un par de precisos y vitales milímetros. Diga <i>Magia, magia</i> y sople. La música vuelve. La cálida voz ahora grita, respaldada por un coro que canta al unísono una oda a la vida misma. La canción se convierte en un escudo ante la adversidad, transfórmese esta en cualquiera de sus infinitas formas,<b> desde un divorcio al fallo de unos audífonos</b>.<br /><br />Bajo del bus, el iPod ahora descansando en lo más hondo de mi mochila. Una rápida mirada a mi alrededor, y parto. En mi cabeza, una voz cálida me dice que no me sienta triste; que todo puede estar mejor. Y yo le creo.<br /><br /><object width="460" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/E1De884gE7g&hl=es_ES&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/E1De884gE7g&hl=es_ES&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="460" height="385"></embed></object><br /></p><p><span style="font-size:78%;">*Mentira, la coincidencia entre el artículo y el álbum de Paul es pura guaba.</span></p><p><br /></p><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-90097203540760260752010-03-22T17:07:00.003-06:002010-03-25T13:43:09.713-06:00Asunto de percepción, ah<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S6f4mmMOscI/AAAAAAAAAB8/eEuIodMByhk/s1600-h/Oops_by_CanisLoopus.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S6f4mmMOscI/AAAAAAAAAB8/eEuIodMByhk/s320/Oops_by_CanisLoopus.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451599215925834178" /></a><br />Artículo publicado en <a href="http://www.89decibeles.com/articulos/asunto-de-percepcion-ah">89decibeles</a>.<br /><br /><span style="font-style:italic;">“Señor, su hija está destrozada en (…) la autopista que va a la Costa Atlántica, a la altura del kilómetro 42”</span>.<br /><br />Así comienza Fin del Insomnio, cuento del nacional <span style="font-weight:bold;">Guillermo Barquero</span> (<a href="http://literofilia.ticoblogger.com/2009/07/presagios-de-muerte-y-esperanza.html">Presagios de Muerte y Esperanza</a>, 2009). El autor -el sombrío y áspero, terriblemente simpático autor- relata, con esa prosa rica y directa que nutre su narrativa, las desgracias de un hombre que, a mitad de la noche, recibe el dantesco mensaje. La trama navega por la psicosis y el desvelo de un personaje agobiado, cuya hija, según la voz inerte de la contestadora, ha fallecido.<br /><br />El domingo 14 de marzo, temprano en la mañana, <span style="font-weight:bold;">Christopher Lang</span>, odontólogo que apenas rozaba la treintena de años, <a href="http://www.nacion.com/2010-03-14/Sucesos/UltimaHora/Sucesos2301710.aspx?Page=1">apareció muerto</a>, destrozado en la autopista que va a Cartago. El causante de su fallecimiento, un conductor ebrio y temerario, se dio a la fuga, sólo para ser detenido apenas unos minutos después. El nivel de alcohol en su sangre casi doblaba el límite establecido por ley.<br /><br />La ficción que relata Memo cuenta cómo su personaje, tras enterarse a mitad de la madrugada del trágico suceso que se ha llevado a su hija, se ve incapaz de llorar o expresar cualquier otro sentimiento de pérdida. La gripe que lo abruma, aunada al frío sobrecogedor, lo inmovilizan. Está demasiado cansado como para sentir tristeza.<br /><br />El fallecimiento del joven Lang ha causado revuelo; el escándalo, milagrosamente, lleva más de tres días, aunque se desinfla cada vez más. Las caras tristes en Telenoticias; los <a href="http://www.nacion.com/2010-03-19/ElPais/NotaPrincipal/ElPais2306912.aspx">movimientos cívicos</a> que exigen justicia; los <span style="font-style:italic;">Yo también quiero 0 conductores borrachos</span> en Facebook; hasta las conmovedoras <a href="http://www.vueltaenu.co.cr/index.php?option=com_content&task=view&id=12004&Itemid=">notas</a> aparecidas en medios digitales (y luego hechas propias por el imperio LN). Todos, dedos acusadores, demandando una ley que les consolide su seguridad.<br /><br />El cuento continúa su trama por las horas sin sueño del padre de Andrea, hecha pedazos en el kilómetro 42. Reconoce la voz en el mensaje de la contestadora, como la de su médico, el doctor Martínez. Sus palabras son claras: el único soporte, su única compañía, se extinguió en trozos, regados en la autopista que va a la Costa Atlántica.<br /><br />El tico escandalizado, alza su voz y reclama penas altas y una ley sin espacio para la alcahuetería. Porque si a ese desgraciado le dicen que le van a meter 15 años de cárcel por manejar hasta las manitas, me dan seguridad. El discurso se extiende de los medios al vulgo, y nos tragamos el cuento. A mí, empero, algo no me calza. Dicen <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Eugenio_Ra%C3%BAl_Zaffaroni">los que saben</a> de meter gente presa que el derecho penal (entiéndase, la ley) no es igual a seguridad. Dicen.<br /><br />El malestar del personaje se apropia de su cuerpo y no lo deja razonar. El hígado le molesta, el estómago le molesta. La cabeza casi le estalla. Intenta reacomodar sus pensamientos por un momento. Tal es su desconcierto que duda sobre la veracidad del mensaje. ¿Fue real, o sólo existió en su cabeza? Ya no puede comprobarlo: hace un minuto destruyó de un golpe la máquina contestadora.<br /><br />Pero es que la inseguridad es <a href="http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/abril/16/sucesos1499749.html">cuestión de percepción</a>, escuché yo. La infame declaración, supongo, tiene su lógica. No es lo mismo vivir en Valle del Sol, que en Hatillo 7 (paz al hígado, ejemplos nada más); la percepción con respecto a la seguridad -o falta de ella- cambia. Parece ser entonces que la <a href="http://wvw.nacion.com/ln_ee/2008/abril/04/_Img/1954781_0.jpg">Maestra</a> equivocó las palabras. La inseguridad es, mejor dicho, cuestión de subjetividad.<br /><br />El teléfono suena. Él corre en su búsqueda, esperando escuchar la voz suave de su hija, mas tropieza con una pared que únicamente existe en su recuerdo. Cuando alcanza el auricular, sólo lo recibe el tono entrecortado de la llamada perdida. <span style="font-style:italic;">“Hijueputa”</span>. Suena una segunda vez; ni siquiera hace el intento de atenderlo.<br /><br />¿En qué quedamos, pues? Por un lado, la ley no tiene como función darme seguridad, sino delimitar el campo de actuación del ciudadano; por el otro, la mentada seguridad es una cuestión subjetiva. Tal parece que estamos a la deriva, sin rama de qué agarrarse. <span style="font-weight:bold;">¿Nos llevó puta, entonces?</span><br /><br />Tan cansado está, que las fuerzas no le alcanzan para arrastrarse escaleras arriba, hasta el cuarto de Andrea, y revisar si la nena duerme tranquila en su cama. Después de todo,<span style="font-weight:bold;"> si su hija ha muerto, ya nada puede hacer</span>.<br /><br />Lo más lógico parece ser, pues, que la inseguridad depende de uno mismo. Por muy alta que sea la multa, <span style="font-weight:bold;">si quiero manejar borracho, lo voy a hacer</span>. La decisión está en mí, y yo me atengo a ella. Que los diputados hagan lo que quieran, y que la gente pase en vigilia el tiempo que guste; poco me va a importar, cuando tenga las llaves en mis manos.<br /><br />Dice Guillermo Barquero que los muertos no resucitan. Yo, personalmente, no me animo a comprobarlo.<br /><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-10243886760766840362010-03-15T20:42:00.005-06:002010-03-15T20:49:56.793-06:00Welcome to Hollywood!<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://mommylife.net/archives/2009/06/13/american%20idol%20logo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="http://mommylife.net/archives/2009/06/13/american%20idol%20logo.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>Culpo a mi mama.<br /></p><br />Fue ella quien, tiempos de tierna edad mía, me compró la trilogía del Mal de Lara Ríos: Pantalones Cortos y Largos, y el intermedio Verano de Colores. Bastó adentrarme en la vida y desgracias de Arturo Pol para que yo no dejara de leer en toda mi vida.<br /><br />Efecto dominó. A los quince años comencé a creerme escritor. Y desde entonces, vicio chupasangre, no pude -no quise- soltar la pluma. Es mi catarsis, mi ambición, mi musa. Usted bautícela.<br /><br />Ese amor, esa pasión que desarrollé hacia la palabra escrita, marcó (y lo sigue haciendo) el rumbo de mi vida. Mis planes futuros, mis gustos e intereses actuales, todo se ha visto embadurnado de ese irrenunciable sueño de escribir para ganarme el pan. Porque me llena, y me hace sentir completo.<br /><br />De todo lo anterior, han derivado los documentos de mi puño y letra que abarrotan mi disco curo, mi gasto endeudante en libros nuevos, éste blog y el futuro planeado para él. Y fue gracias a la blogósfera (bloguesfera, en palabras del bueno de <a href="http://directorioblogscr.blogspot.com/2010/02/que-putas-hacemos-en-un-blog.html">Asterión</a>), que topé con este <a href="http://varobg.blogspot.com/2010/03/que-me-pasa-estoy-yo-mal-esta-el-mundo.html">texto</a>, de mi amigo Varo.<br /><br />Hablar de arte, en cualquiera de sus ramificaciones, es cosa de pocos y locos en este bello país que nos tocó. En una tierra cuyas tardes de domingo se consumen entre el resumen deportivo y el resultado de la lotería, las muestras artísticas caen a un quinto plano (la billetera, el guaro y la Extra las opacan también) y se convierten, para quienes nos vemos irremediablemente atraídos a ellas, en un sueño frustrado para algunos, en amargura latente para otros.<br /><br />Huérfano de público, ignorado en gran medida por los grandes medios comunicativos del país, uno no puede evitar preguntarse: <strong>¿para qué?</strong> Porque si hay una gran verdad en las plataformas nacionales de música, literatura, fotografía, etc., es que su crecimiento no merma; por el contrario, florece en flujo constante. Raro, ah.<br /><br />Llega este fenómeno a tal punto, que en no pocas ocasiones me he preguntado si no habrá más exponentes que público. Lo peor, bien puede ser cierto.<br /><br />Creo que la explicación más pura y honesta a la pregunta inicial de <em>Para qué</em>, es contestada por un pensamiento tan romántico, que resulta difícil de aceptar como cierto: <em>Yo sólo quiero seguir mis sueños</em>.<br /><br />Apague y vámonos, no hay más que agregar. El artista es un soñador, y las ilusiones no conocen de fronteras; es un ciudadano del mundo, no de un país. La diminuta patria se olvida, cuando se busca, por todo medio posible, la plena satisfacción.<br /><br />Las limitaciones que la vida nos impone al no dejarnos ser gringos (dele paz al hígado, cuidado se lo toma en serio) se diluyen ante la iniciativa de hacer lo que se quiere hacer. Al carajo los contactos, la experiencia, los medios. Menester es, exclusivamente, el cumplimiento de una meta, por fantasía de opio que ella sea.<br /><br />Además, agregue a la salsa ese gran aliado, que los dinosaurios insisten en llamar el futuro, lentos para percatarse que es, más bien, el presente. La interné nos da la libertad para experimentar, sin pagar un cinco. De hacernos de un público, aunque escaso, fiel. Nos brinda seguridad, y nos permite ampliar y madurar la visión de lo que queremos hacer.<br /><br />Yo me voy en la pelota, claro. Mis sueños se extienden a planos que me son desconocidos aún, pero que sin duda ansío enfrentar. Este blog, humilde como lo es, es sólo el primer eslabón de una cadena que, espero, me permitirá cumplir sueños y metas, sean de opio o no.<br /><br />Todo lo anterior, palabras más, palabras menos, es simplemente una larga y adornada manera de decir: el que quiere, puede. Las excusas no valen, cuando de alcanzar realización plena y cumplir sueños se trata.<br /><br />¿Y qué si nuestro medio es pequeñito? El mundo es muy grande. Las oportunidades se hacen, no se esperan. Lo vital, la chispa, es el ahinco y la voluntad propia; las trabas poco importan. Y si usted quiere ser baterista, Varo, hágalo posible; y que nadie le diga qué puede o no hacer. Y si usted quiere ser periodista y escritor, Danny... Ya se sabe por dónde va la cosa. Después de todo, la cancha la marcamos nosotros. Y si se resbala, se sacude el polvo y va de nuevo. La vida es <strong>nuestro</strong> Hollywood.<br /><br />A leer -ergo, escribir- me enseñó mi mamá. ¿Cómo no le voy a hacer caso?<br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-71396673098615181572010-03-09T15:21:00.005-06:002010-03-09T22:30:41.600-06:00Mi primera votación: recuento de los daños, un mes después.<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://lacajadespoilers.files.wordpress.com/2009/03/voteordieparis.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 351px; height: 450px;" src="http://lacajadespoilers.files.wordpress.com/2009/03/voteordieparis.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><p><br /></p><p><br /></p><p>No políticos, no sociales: los personales.<br /></p><br /><br />Nací en el hospital Max Peralta, de la añeja ciudad de Cartago, el 15 de febrero de 1988 a las 4:35 de la tarde, según me cuentan. Grande y pesado como un zapallo, chillaba mi llegada al mundo con pulmones de gorda de ópera.<br /><br /><br /><br />18 años más tarde, me daría cuenta que, por míseros 10 días, el ejercicio cívico del voto se me negaba, al ser yo Menor de edad (¿qué carajos es eso? Digo, admito sin problemas que no había cumplido los dieciocho años, que era virgen, que no había trabajado un sólo día de mi vida, pero ¿menor de edad? ¿Me lo puede barajar usted, me explica qué diablos es entonces edad?).<br /><br /><br /><br />Aquello, sin embargo, poco importó para que yo disfrutara de una fiesta patriótica, contagiosa como la lepra. Mi familia entera (<span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF00;">ataviada por parejo en co</span><span class="Apple-style-span" style="color:#FF0000;">lores que no voy a especificar</span>), incluyéndome, se dirigió en marcha triunfante y banderas en alto, a la legendaria escuela de San Blas. Todos en la misma mesa, una misma fila. Llegó el momento de pasar, y al mejor estilo del sagrado sacramente de la confesión, cada quién aguardó su momento divino, pacientemente. Uno a uno, mis familiares entraron a las urnas y expresaron su voluntad. Todos, menos uno. Danny Brenes, mucho gusto.<br /><br /><br /><br />El sol relucía fuerte, y la bruma, eterna compañera de las calles de mi provincia, se había dado el día libre. En las calles aledañas al centro educativo, la gente celebraba, reía, cantaba (¿le parece trillado? ¡Bienvenido a Costa Rica!), todos apoyando al candidato que, ellos creían, mejor los representaba (evite risas y mirada de lástima ante lo anterior). Todos, en medio de una fiesta a la cual yo no estaba invitado.<br /><br /><br /><br />Con todo y la pinta de paria cívica que imaginaba para mí mismo, yo sonreía. Sonreía, porque el ambiente festivo me había atrapado, y se sentía bien. Sonreí, hasta que llegó la derrota. Y entonces, todo sentimiento de efusividad, fue reemplazado por la más honda impotencia. Impotencia de las peores, de las que no se arreglan con pastilla azul. Impotencia civil. El país, aquél del que, según un concepto de Edad que me es desconodio aún, todavía no formaba parte, había sido tomado por una mayoría domada, desinformada, inconsciente.<br /><br /><br /><br />¿Acaso ese 40,7% de la población de este país no había vivido la fiesta que me había sido negada, ese mismo día, horas antes? ¿O es que hay más fiestas, por todo el país? Fiestas en las cuales los ricos conviven con los pobres, y les enseñan su show de marionetas, inertes y no pensantes. Fiestas de promesas vacías, y de alce su mano derecha para hablar.<br /><br /><br /><br />Sacudí la cabeza, dispuesto a no dejarme atontar por el lapidario resultado que Pilar Cisneros e Ignacio Santos anunciaban, semblante serio, sonrisa educada omnipresente. Pensé, y aquello era reconfortante, que la meta se nos había escapado por muy poco; pensé, y estaba seguro de ello, que aquél error no se repetiría. El país, carajo, mi país estaba listo, expectante. Cuatro años más, y van a ver. Cuatro años más, y recuperamos lo que es nuestro.<br /><p><br /></p>Tal fue la excusa que usé para calmar mis ansias, y permitirme dormir, aquella lejana noche de 2006. Cuatro años más.<br /><br />Amanece el 2010, y la más oscura sensación de abandono me rapta el corazón. Hoy no tengo candidato. Hoy no tengo color. Hoy no tengo equipo, no le voy a ninguno. Le apuesto al gris 0-0, a sabiendas de que es imposible tal cosa.<br /><br />Pero Enero me dio algo que no esperaba yo: un vaho de esperanza. De qué vino, de una alianza a tres partes, de adhesiones culturales y políticas, de crecimientos numéricos inesperados, o simplemente, del recuerdo vivo de una tarde, cuatro años antes, en que un tecnicismo y meros 10 días me negaron un voto talvez definitorio; no sé de qué vino, hombre, pero llegó. Una luz en medio de la penumbra verde que me había ahogado por tantos días ya. Mi Costa Rica había despertado.<br /><br /><p>El sentimiento festivo había encontrado nicho en mí, y yo, muy a mí manera, puse mi granito de arena: informando, animando, colaborando. ¡Me llegó la hora, cabrones! Esta fiesta es mía, y ahora nadie me la quita. </p><p><br /></p>Mi corazón palpitaba con fuerza, en medio de un festival de colores y música que se adueñó de la Avenida Segunda, la víspera. El furor me embargaba, y hasta un impulso de montarme a la cazadora menos mala me recorrió la espina dorsal. Me costó dormir; sí, como niño en Noche Buena.<br /><br />No más abrir los ojos, y cuesta abajo. Mi ciudad no miente. Tengo rato de conocerla, y me basta echar una mirada tras la cortina para ver el futuro, cual bola de cristal. Niebla. Blanco que no deja ver, frío, gotitas atrapadas en el vidrio de la ventana. La cosa pintaba mal desde ya. Y mi ciudad no miente.<br /><br />Circa 4 pm, pasado el cafecito, la comitiva marcha en fila hasta la mesa 6499 (¿?). Confirmado: la cosa andaba mal. ¿Dónde estaba la fiesta, mi fiesta? Era mi turno, justo y necesario, pero el mundo era un lugar muy diferente ahora. El desconcierto, lento pero seguro, se transformó en desaliento, contagioso como la lepra, que me envolvió, ante mi nueva impotencia. Proferí un bostezo, mientras pintaba con la crayola. Lo que vino después, usted y yo lo sabemos.<br /><br />Caminando de vuelta, cabizbajo, buscaba entre los trapos sucios que llenan mi cabeza, una explicación. Se me ocurrió una, una sóla. Somos un patio de juegos, una diversión para quienes ostentan el poder del titiritero (no, olvide cualquier propaganda preelecciones, por ahí no va la cosa). Quienes montan la fiesta, saben cómo hacerlo; nosotros, entre tanto, nos bañamos en desinformación, en educación cívica pobre, en costumbrismos y espejismos de un pasado, lejano en el mejor de los casos, si no es que inexistente. Y lo peor, dejamos que nos pinten la cara. Quéjese del político, que bien rico sabe; pero somos nosotros quienes les bailamos el tango. La fiesta se goza sólo cuando ponemos la música nosotros. Si la ponen los demás, mejor tirarse los toros desde la barrera; será por eso que hay tanta abstención.<br /><br />No haga mucho caso, tampoco. Aquella fue una mera idea que me brincó en la mente, teñida de gris como la tarde cartaginesa. Sucedió un día cualquiera, que quién sabe si llegaré a recordar.<br /><br />Mi nombre es Danny Brenes. Tengo 22 años, y he votado una sóla vez, el 5 de febrero de 2006.<br /><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-76312319660593431352010-03-03T21:57:00.003-06:002010-03-03T22:17:51.163-06:00La literatura no es arte<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S48tSqwKCUI/AAAAAAAAAB0/Yn8Goze0eUA/s1600-h/Burning_paper_by_childeofdarkness.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 169px;" src="http://2.bp.blogspot.com/_FubNheTCT3k/S48tSqwKCUI/AAAAAAAAAB0/Yn8Goze0eUA/s320/Burning_paper_by_childeofdarkness.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5444620273251387714" /></a><br /><div><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">Artículo ignorado por un populoso diario nacional. *Lloro*</span></i></div><div><i><br /></i></div><div><i><br /></i>Cierto día, al tico se le olvidó leer por placer, por entretenimiento y por ejercicio intelectual. Al tiempo, al tico se le olvidó premiar los esfuerzos literarios que realizan aquellos pocos locos que aman, defienden y ponen en práctica el arte de las letras. Y luego, apenas pasadas unas cuantas semanas, al tico se le borró de la memoria tomar en cuenta siquiera, a la palabra escrita como forma artística.</div><div><br /> <p></p> <p style="margin-bottom: 0cm">Horror de horrores para aquellos que encontramos un hogar entre los libros y conocemos del potencial que poseen los escritores costarricenses, lo anterior no es ninguna ficción de terror. No fue suficiente ser vilmente ignorada por <b>Aquileo y sus controversiales premios</b>, ahora la literatura costarricense es hecha a un lado por el <b>Festival Internacional de las Artes</b> (FIA), una de las más importantes plataformas anuales para el artista criollo.</p> <p style="margin-bottom: 0cm"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm">En primera, quiero dejar en claro que respeto tremendamente el FIA: soy y seguiré siendo fiel visitante de su colorida toma de la Sabana, de su música y su sabor que invaden una ciudad teñida de gris. Comprendo además, que la literatura no atrae tantas miradas, y el festival, por formato, está destinado a premiar lo escénico, lo espectacular: ¿qué dará mejor réditos, un recital de poesía o traer a Fito Paez? La respuesta no necesito especificarla.</p> <p style="margin-bottom: 0cm"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm">Segundo, y es un punto claro para todos, la literatura en todos sus ámbitos, padece del desgano con que el tico mira la palabra: como una pena que deja atrás en cuanto termina el colegio. Adiós Quijote, adiós Mamita Yunai; si los vi, no me acuerdo. Contados con los dedos serán los casos de aquellos que siguen leyendo con el bachillerato bajo del brazo; si a ese selecto grupo restamos los libros de autoayuda o a Coehlo, la escena literaria nacional se convierte en un puñado de nómadas que se refugian en las redes sociales, en talleres aislados y en revistas especializadas que nadie lee.</p> <p style="margin-bottom: 0cm"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm">Pero, ¿será dejar de lado la literatura, la mejor forma de combatir este mal que carcome el intelecto del costarricense, que piensa que leer es un castigo colegial, y no una forma de diversión y crecimiento intelectual, psicológico e incluso espiritual?</p> <p style="margin-bottom: 0cm"><b><br /></b></p><p style="margin-bottom: 0cm"><b><br /></b></p><p style="margin-bottom: 0cm"><b>Un menú apropiado.</b></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Todo empieza por el principio. Suerte la mía, aprendí a amar las letras gracias a los constantes regalos de mi señora madre, que cada par de semanas llegaba con un libro nuevo, que yo no tardaba en devorar. Así, con el paso del tiempo, me convertí en un apasionado de esta bella forma artística. </p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Sin embargo, el pueblo en su mayoría, se enfrenta por vez primera a una novela o un cuentario, hasta llegada la secundaria. Y es justo allí donde los problemas crecen, como un hongo en la humedad, porque los programas actuales y recientes de la educación pública de este país, ahogan las mentes adolescentes, que apenas se enfrentan a los libros por primera vez, con lecturas que no son apropiadas para ellos.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">El mejor ejemplo, y que me perdonen los dioses de la palabra, es la obra de Cervantes. Y es que este clásico, el mayor de la literatura hispana y por qué no mundial, es probablemente el principal causante de la apatía que resienten los ticos frente a la lectura. Señores, el Quijote, en su grandeza y su atemporalidad, no es una obra sencilla de tragar; requiere concentración, habilidad para la lectura, conocimiento histórico de una época totalmente ajena a nuestros tiempos. Y las mentes virginales de personas nuevas en el arte escrito no están preparadas para disfrutar, como se debe, tal reto. Igual caso sería sentar a un lector novato (en el sentido menos peyorativo de la palabra) a leer <i><b>El más violento paraíso</b></i>, de <b>Alexánder Obando</b>; tal obra maestra merece un nivel de apreciación al que sólo se llega con constancia y dedicación.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Lecturas más sencillas (y no por eso, de menor calidad) son la clave para cazar nuevos aficionados a la sublime práctica de la lectura. <b><i>Única mirando al mar</i><span class="Apple-style-span" style="font-weight: normal;">,</span> <i>Crónica de una muerte anunciada</i>,</b> son sólo dos ejemplos de dos lecturas ya exitosas en colegios de todo el país; esa es la vía adecuada, ¡sigamos la senda!</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Barajemos las opciones, abramos las posibilidades y convirtamos apáticos en apasionados. La lectura no debe ser una vía dolorosa que comienza en un lugar de la Mancha de cuyo nombre nadie quiere acordarse. Avancemos juntos, paso a paso y a un ritmo adecuado, hacia una Costa Rica letrada.</p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><b>Made in Costa Rica.</b></p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Y ya que estamos, no releguemos al productor nacional. Y no hablo de agricultura. El escritor nacional sufre de trabas y padecimientos igual que cualquier otro emprendedor costarricense (aunque sus pesares son menos atractivos en una camapaña política, claro). </p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">Ferias de libros, festivales, recitales de poesía, presentaciones de obras nuevas. Todos son sucesos que dan un espacio más que merecido al autor compatriota, y su éxito es responsabilidad de editoriales, escritores, ministerios y lectores por igual.</p> <p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal"><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm; font-weight: normal">No cerremos las escasas puertas, más bien abrámoslas más y siempre más. Hagamos de este país, que tantas y tan grandes cosas es capaz de hacer cuando se lo propone, un referente de cultura y diversidad, en una ventana para el desarrollo artístico en todas sus expresiones. No nos olvidemos nunca que la literatura es sí arte.</p> <div><br /></div><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">*Imágen de Deviantart, como es usual.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"><br /></span></div>© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a></div>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-88901287317934325152010-02-25T13:56:00.018-06:002010-02-25T22:56:28.313-06:00Presagios de un futuro prometedor<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://1.bp.blogspot.com/_dkNyTTM5xYQ/Sm5tcEJcp2I/AAAAAAAAA30/gWMpcTO8WhE/s200/Dibujo.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 163px;" src="http://1.bp.blogspot.com/_dkNyTTM5xYQ/Sm5tcEJcp2I/AAAAAAAAA30/gWMpcTO8WhE/s200/Dibujo.jpg" border="0" alt="" /></a><br /><br /><i>¡Vamo' al fúrbol!<br /></i><br />Con el pecho inundado de alegría, doy pie de partida a la carnita que alimentará el grueso de este blog, con una reseña a la antología de cuentos <b><i>Presagios de Muerte y Esperanza</i></b>, publicación del belemita <b>Taller Literario La Parrilla, </b>de la Asociación Cultural El Guapinol. Compilada, comentada y prologada por el psicólogo, sociólogo y poeta <b>Danilo Pérez Zumbado</b> (todo queda en familia, ¡za!), la recopilación narrativa reune las obras de siete autores, oriundos o vecinos del cantón herediano, quienes han desarrollado y perfeccionado sus escritos en la labor constante de crítica interna y trabajo arduo del taller. Éste, formado en el 2002 como Taller de Poesía y que luego mutaría en lo que es hoy, abre sus puertas a la comunidad y, bajo la dirección de Perez Zumbado, trabaja en la constante mejora de la técnica narrativa de sus particpantes. Del resultado de este ejercicio analítico nace el libro al que me refiero hoy, que sale a la luz publica en 2009.<br /><br />Pasadas las formalidades, a lo que vinimos. En las primeras páginas, el lector topa con un prólogo a cargo de don Danilo, quien dedica unas cuantas páginas a explicar el nacimiento, crecimiento, y modo de trabajo del taller que coordina. Como bien sabemos quienes lo conocemos, el tipo tiene un verbo amplio y rico, al punto que en pocas palabras recrea la vida del taller literario, y nos hace palpar la humildad y orgullo con que el trabajo en él realizado se presenta, como un vivo reflejo de la ardua crítica, y la seriedad con que ésta es tomada por todos los partícipes.<br /><br />Concentrados ahora sí en la obra escrita que nutre la antología, encontramos una variedad de cuentos realizados tanto por autores nóveles que realizan su primera publicación, como por jóvenes promesas que yo, a un nivel personal, considero con toda honestidad como puntas de lanza de un futuro prominente en la literatura nacional, como lo son <b>Warren Ulloa</b> y <b>Guillermo Barquero</b>. Éste último es el encargado de abrir la compilación con una triada de cuentos que reafirmaron mi previa opinión del estilo del escritor: fuerte, duro, áspero. Cada palabra es un gancho a la quijada; la lectura se transforma en una danza pugilística. Sin embargo, el resultado final es, simplemente, bello. Los temas oscuros, tratados con una franqueza envidiable, producen un efecto íntimo; tras terminar cada cuento, queda la sensación de haber recibido un secreto, una vivencia personal de los personajes que el lector debe atesorar. Lo digo sin temor alguno, soy un <i>Guillermo Barquero groupie</i>.<br /><br />Tras leer esa brillante primera parte de <b><i>Presagios de Muerte y Esperanza</i></b>, sentí, lo admito, que le habían jugado sucio al siguiente autor, <b>Rosa Cheng Lo</b>, al encargarle la titánica tarea de seguir al autor de <b><i>El Diluvio Universal</i></b>. Sin embargo, y para la dicha del lector, la escritora asume la tarea y la resuelve de una manera majestuosa. <i><b>Una flor en Kabul</b></i> es el mejor ejemplo de prosa poética presente en la compilación. El juego metafórico entre las flores y los colores, el poder y la represión política, es hermoso, no sólo estética, sino esencialmente. La trama de la corta historia traslada al leyente a un mundo surreal, plagado de sensaciones coloridas en decadencia, y en el que la esperanza sigue ofrenciendo una resistencia ante quienes ejercen la fuerza a placer.<br /><br />Las páginas continúan su viaje por los cuentos de <b>Rudy Chinchilla</b> y <b>Luis Hernández</b>, ambos debutantes en el mundo de la literatura. El primero recurre en sus historias presentadas, a la ironía primero, y a la culpa segundo. Sin embargo, lo hace de una manera que resulta agradable, y no forzada. Hernández, por otra parte, juega en dos de sus cuentos con la prosa poética que da gusto. El uso de la metáfora es maravilloso, y no deja en ningún momento que el lector pierda la imagen que los párrafos construyen. Su tercer cuento, <i><b>Claudia</b></i>, es, empero, desastroso; a leguas puedo decir que el autor es un poeta nato, y la prosa no es lo suyo. El cuento comienza bien, mas para el tercer párrafo la narración se va al caño, y la cosa sólo empeora. Una lástima realmente, considerando la gran calidad de los dos primeros escritos. <i>Claudia</i>, me apena decirlo, es el punto más bajo, si no es que el único, de toda la obra.<br /><br />A continuación, la antología topa con tres cuentos de la señora <b>Zaida Perez Zumbado</b>, quien, con una prosa simple y de pocas palabras, construye tres escenarios muy distintos entre sí. Tía Zaida abre con un cuento metafórico, que subraya la ironía y las contradicciones cotidianas en la vida de una mujer que busca romper cadenas pero termina cometiendo los mismo errores del pasado; enseguida, nos presenta una historia surrealista de esperanza, protagonizada por dos lombrices de tierra; y termina su participación con <i><b>Viaje Interrumpido</b></i>, una historia que navega de la agonía y el apremio, al helado escalofrío de la desazón.<br /><br />Ya entrando en la etapa concluyente del libro, nos encontramos con los tres relatos de <b>Warren Ulloa</b>. Antes que nada, quisiera decir que conocí la obra de Warren días antes de la presentación de su primer libro de cuentos, <b><i>Finales Aparentes</i></b>, y por cuestiones particulares, conozco de manera apersonal ciertos rasgos de su estilo, que ha ido desarrollándose de manera exitosa con el paso del tiempo. Sin embargo, aquellos primeros cuentos, publicados en 2008, no me terminaron de convencer; aún durante la presentación del libro en Belén, en un evento que celebraba la vida y la obra de un maestro como lo fue <b>Fabián Dobles</b>, escuché a Ulloa hablar de su obra y sentí que algo no acababa de calzar. Igual sensación me embargó al leer <a href="http://literofilia.ticoblogger.com/"><b><i>Literofilia</i></b></a>, su blog personal; algún elemento no armonizaba, en una narrativa que la percibía como un diamante en bruto. Por eso, considero comprensible que al encontrarme con sus cuentos en la presenta antología, me sentí, a mi pesar, lleno de dudas. Warren las borró y me pintó la cara. Su primer cuento, <b><i>Diminutas Gotas Blancas</i></b>, es lo mejor de todo el libro. Su estilo es fresco, ágil y no da lugar al descanso. Su prosa es como un viaje a toda velocidad, con un giro final que deja al lector con el corazón bombeando a velocidades peligrosas. Los siguientes dos cuentos, si bien no alcanzan el nivel del primero, no dejan de tener una calidad envidiable, y destacan, sobre todo, por su originalidad prosaica. Sobra decir que me llevé una sorpresa más que agradable, y el autor borró de un tirón todas las dudas que tuve sobre su capacidad alguna vez. ¡Bravó, Warren! Espero con ansias tu próxima publicación; ojalá y sea <i><b>Dios no existe bajo la lluvia</b></i>, finalmente (sí, Danilo me chismeó el título).<br /><br />Finalmente, sobrepasando apenas las 100 páginas, la obra compilatoria cierra con un cuento anecdótico de <b>Juan Luis Venegas</b>. Sin exponer términos sofisticados ni giros anudados en una trama que no pretende, de manera alguna, ser un quebradero de cabeza, el autor expone una historia íntima y personal, que traslada al lector a épocas pasadas del poblado de Belén. Manteniendo una simpleza fresca, el escritor apela a los recuerdos colectivos de los vecinos del cantón, para contar una historia simpática, de pocos aspavientos; yo, como belemita adoptivo que soy, logré idenficarme con un relato cotidiano lleno de añoranzas y memorias, como las mejores historias de los abuelos.<br /><br />Dieciseis cuentos, siete autores y 109 páginas después, cierro las tapas de <i><b>Presagios de Muerte y Esperanza</b></i> con una sonrisa en el rostro, en el intelecto y en el corazón. El delicado proceso de desarrollo de la prosa narrativa al que el Taller dedica sus días, y que es evidenciado en la antología, es una bocanada de aire fresco al mundo de la literatura costarricense. Es una luz de esperanza para aquellos que nos aferramos a este arte de las palabras, añorando el regreso de las épocas doradas en que los grandes autores ticos firmaban escritos que llegarían a ser históricos. Porque, aún si el arte criollo pareciera hundirse a la deriva en medio de un torbellino de banalidades, esfuerzos como esta antología nos dan un presagio de esperanza, y nos delatan que en medio de tanta frivolidad, de vez en cuando nace (y cito el cuento de <b>Cheng Lo</b>) el <i>"...tallo clandestino de una flor"</i>.<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">*Imagen realizada por Andrés Delgado, y tomada </span><span style="font-style:italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;">prestada</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"> del blog de Warren<br /></span><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com/">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5712289568641864399.post-11393537483502903502010-02-20T20:15:00.003-06:002010-02-25T14:14:54.607-06:00Génesis<a target="_blank" title="ImageShack - Image And Video Hosting" href="http://img704.imageshack.us/i/birthbysuzi9mm.jpg/"><img src="http://img704.imageshack.us/img704/9182/birthbysuzi9mm.jpg" border="0" /></a><br />Comienzo hoy mi tercer blog (el segundo por gusto; <span style="font-style:italic;">Ius Romano</span> no tuvo ni tiene razón de ser y no es más que ancho de banda desperdiciado), y no puedo evitar preguntarme, mientras las <span style="font-style:italic;">ariales</span> y las <span style="font-style:italic;">times new roman</span> se dibujan ante mis ojos, ¿por qué? ¿Por qué he decidido crear un nuevo blog? ¿A qué responde?<br /><br />En honor a la verdad, la primera y más importante razón es que, como aspirante a escritor que soy, un blog fresco y constantemente remozado es imperativo. Hombre, si Alexánder Obando y Guillermo Barquero tienen un blog, ¿cómo en esta vida no voy a tener yo el propio? Mi blog me deja calzar, <span style="font-style:italic;">fit in</span> con los que saben. Yace allí mi cuota de sinceridad, mi blog contesta a una necesidad de sentirme parte, escasamente como lo es, del único grupo del que quiero ser parte.<br /><br />En segunda, responde a una necesidad catártica. Motivado por cuestiones personales, he percibido la posibilidad de considerar la literatura un oficio (que no me va a alimentar jamás en la vida, pero usted me entiende) más que un método de desahogo. Siendo este el caso, este blog representa mi plataforma para descargar todo aquél pensamiento que me estorbe en la cabeza, y que considere necesario echar al viento.<br /><br />Dicho todo eso, no puedo evitar pensar que muy probablemente, y es que la historia lo sugiere así, este pobre blog caerá en el olvido. Sin embargo, la madurez y seriedad con la que he decidido enfrentar mi incipiente carrera como escritor me obliga a tomar este proyecto con la misma solemnidad.<br /><br />Un espacio de crítica, un pedacito de <span style="font-style:italic;">interné</span> para expresar algunas de las tantas ideas que revolotean en mi cabeza. Agradezo de antemano a ustedes, ínfimos lectores, su paciencia.<br /><br /><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">*Imagen tomada de los laberintos de DevianArt</span><br /><hr />© <a href="http://dannybrenesbrenes.blogspot.com">danny</a>dannyhttp://www.blogger.com/profile/00441449251898697090noreply@blogger.com4